MANEJO DE GANADO LECHERO
El trabajo de un ganado saludable consiste en producir leche o acumular carne, para ello necesita consumir suficientes cantidades de alimentos nutritivos y agua. El productor es el que está permanentemente con el ganado y el que se da cuenta de cualquier anormalidad en la salud del animal, por la observación del estado físico o condición corporal, el estado del pelo, cantidad de rumiación, forma de respiración, estado de las heces, apetito y otros.
El cuerpo de los mamíferos está constituido en un 60 a 70% de agua, el ganado bovino necesita el agua para la regulación de su temperatura, crecimiento, reproducción, lactación, digestión, metabolismo, excretas, hidrólisis de los nutrientes, transporte de los nutrientes y los desechos del cuerpo, lubricación de las articulaciones y muchas otras funciones. Restricciones en el consumo del agua ocasiona deshidratación, la pérdida de un 20% del líquido corporal podría ocasionar graves problemas en el animal e incluso la muerte.
La deficiencia de agua por un consumo insuficiente de este elemento en el ganado lechero, se presenta mucho más rápido que cualquier otra deficiencia de nutrientes, por lo tanto, el ganado debe tener siempre agua limpia y fresca a su disposición. Si el animal no tiene acceso libre al agua, disminuye la producción de leche y la ingestión de los alimentos. Las vacas consumirán 3-5 l de agua por cada Kg. de materia seca consumida, más una cantidad adicional para la producción de leche.
MANTENIMIENTO DE LA SALUD DEL GANADO
Para mantener un ganado saludable, se deben establecer las condiciones adecuadas de manejo y cría de los animales de acuerdo a sus requerimientos nutricionales, permitiendo el acceso libre al agua y a los alimentos que aporten los nutrientes que lleguen a cubrir las necesidades de energía (carbohidratos, lípidos, proteína), proteína, vitaminas y minerales (macro y microminerales). A los minerales se los clasifica en macro y microminerales por la cantidad requerida, los macrominerales se requieren en niveles de 0,2 a 1,0% de la ración a base de materia seca y los microminerales se requieren en 0,001 a 0,05%. Los macrominerales son el Calcio (Ca), Fósforo (P), Magnesio (Mg), Sodio (Na), Potasio (K), Cloro (Cl) y Asufre (S); los microminerales son el Yodo (I), Hierro (Fe), Cobre (Cu), Cobalto (Co), Manganesio (Mn), Molibdeno (Mo), Zinc (Zn) y Selenio (Se). Muchos de estos se pueden almacenar en el cuerpo (hierro en hígado, calcio en los huesos, etc.), sin embargo los minerales solubles en el agua (Na y K) no se almacenan y se tienen que suministrar continuamente en la dieta. Todos son indispensables para mantener una fisiología normal del ganado. Algunos minerales se encuentran normalmente en el suelo y en los forrajes, sin embargo, no siempre se pueden asimilar en cantidades que puedan satisfacer los requerimientos del ganado, debido a condiciones especiales en el suelo y los forrajes. El apetito depravado, como ser masticar la corteza de los árboles, comer huesos, lamer la tierra, etc., ocurre cuando no se está suministrando la cantidad adecuada de minerales para mantener la salud del animal.
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